sábado, 18 de enero de 2014

Capítulo uno. Sangre de revolución interior.




Hoy me licencié en comunicación social. No estoy contenta, estoy de luto. Estoy recién concibiendo que la hice, que tuve el valor, que respondí todas las preguntas, que fui rebelde e integrativa, que todo lo puedo, hoy día, porque siento que estoy llena de recursos. Tengo tanto, tanto pa' entregarle al mundo. Ni te imaginas cuánto. Amo mi tesis, la amo con locura, tanto que me costó soltarla, pero una vez allí, en la tarima, sin parar, sólo sé que me construyo imperfecta en una perfección viva, que todo este tiempo que ocupé, me hizo ver, me llevó a una perseverancia tan grande.

Hoy me libero del lazo al instituto, y parece que tengo un pie en la tierra emancipada y otro en la tierra donde se anidan mis ideas fértiles. Qué juventud estruendosa, estoy justo a tiempo. Hoy me atreví a decir un montón de cosas que siempre me guardo. Las dije, con el corazón palpitando, con los ojos humedecidos y con fibra en mi mente. Me explayé, así como cuando nadie oye, y descubrí ese mundo apasionante, vivo en mi interior. Quién sabe si encajo o no en el margen de lo que hace un periodista, sólo sé que disfruté mucho ese momento, que me encanta la crítica y la coolaboración, y sí, tal vez todo se transforme unas mil veces, pero en este instante quiero guardar en mi memoria este momento.

Qué locura, qué desatino, creerme antropóloga en una escuela de periodismo, qué fortuna estar demente y enloquecer con mis visiones, qué adecuada para abrirme puertas es esta pasión, este amor por el calor, por hacerme feliz, por mirar más allá, por querer transformar. Gracias al desafío que me hace siempre más ruda, y a los desvíos, y a la fumaza, al descaro de ser aún rompiendo el molde, ser hasta permanecer en la simple presencia. Tengo 24 años. No soy una etiqueta. Pero he caminado tanto como dios instruye a los sabios.

Amor, amor, sueño con tus labios, con la piel de tu boca, mas yo te siento aquí conmigo, estás en ese impulso, en ese arrojo, en eso tuyo que habita en mí. Estoy aquí amándote, celebrando ahorita mi libertad. Porque soy libre, y así feliz, es cosa de tiempo curar el cuerpo, tengo un montón de coraje adentro. Te juro, diosita mía, voy a hacer todo lo que me haga feliz, partiendo por asimilar que ya, ya está, hice mi tesis, la entregué, concluí que quiero ser chamán, y kayakista, que me gusta el cine documental y el relato milenarista. Que ya sé a qué dedicarme, y que voy a cantar, voy a abrazar el sol, voy a reír con muchos amigos. Quiero disfrutar este presente, y voy a empezar por entrenar. Gracias corazón, la hicimos, !brindo por libertalia!

Mamasita santa. Tu sabe' cuantas veces sueño? Vivo, vivo, esta vida es suave como la piel implacablemente sensible de mis recodos más íntimos, vida, vida, hoy más que nunca yo curo mi cuerpo, me curo del espanto y el miedo, porque quiero vivir, quiero tener esta edad, navegar, aprender, rectificar, lograr asombro del instinto, insistencia y fluidez. Quiero surfear un mes entero. En Floripa. Quiero vender todo. Y quedarme con una mochila. Quiero creer que soy pura bravura, y que tengo derecho a ser feliz, intensamente, pa' eso quiero una vida activa, llena de deporte outdoor, una profesión original, un relacionamiento movido, una biografía bien asumida, y agua, agua, agua. Quiero ser viajera. Una maestra del viaje y la buena aventura. Ese es mi instinto.


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